Pero de golpe, como siempre ocurre, surge un disparador y lo vivido hace ya tanto tiempo se recrea con todos sus colores. En mi caso, como dudarlo, los disparadores han sido siempre mis preciadas historietas.
Año 1967, una calurosa tarde de principios de noviembre. Mi viejo se dispuso a ver en directo la gran final, y yo lo acompañé.
Un alarde de la tecnología de la época permitía que desde Buenos Aires se pudiera seguir, en "vivo y en directo" las alternativas desde el otro lado del charco.
No eramos simpatizantes de la academia, (nuestro corazón ha estado siempre atravezado por una banda roja), pero lo que se jugaba en Montevideo era nada menos que un campeonato del Mundo (la Intercontinental, bah) y para nosotros era un orgullo de argentino que el Racing Club de Avellaneda, el famoso equipo de José (Juan José Pizzuti), tuviera esa chance frente al campeón de Europa, el Celtic de Escocia.
Nervios, angustias, griterío por el golazo del "Chango" Cárdenas y desahogo con el pitaso final,... una alegría imborrable.
Al poco tiempo, la Editorial de Dante Quinterno sacaba esta Aventura de Patoruzito como homenaje a aquél equipo inolvidable. Con los nombres simpáticamente cambiados los muchachos de la Academia y su técnico deben enfrentar a un formidable adversario, mientras Patoruzito e Isidorito deben protegerlos de misteriosas asechanzas.
Espero que la disfruten,... y para aquellos que tienen su pasión en celeste y blanco les dejo este recuerdo sincero y mis saludos.
Seguimos comiqueando.
2 comentarios:
Mi viejo era de Racing,(Lo perdí hace ya mucho tiempo)¡como estaba en esa época! (y yo con 10 años para los 11) ¡Y con "el equipo de Jose!--LO BAJO Y ME TRANSPORTO UN RATO, ¡MIL GRACIAS!
Hola Iambats!
Me alegro que este aporte te sea gratificante.
Te mando un abrazo y Muchas Felicidades!!!
Remy
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